Seguramente porque ya está encima la precampaña de la precampaña electoral, Miguel Ángel Cámara, alcalde PoPular de Murcia, al ver que se le venía encima una nueva imputación, ésta por el derribo de la Guardería de La Paz, llevado a cabo en un visto y no visto, ha dicho que no cree en las casualidades. Y está en su derecho siempre que no haga distinciones.
Por lo dicho, visto y oído en los medios de comunicación, tampoco será casualidad que el magistrado de turno haya archivado la causa contra el Consejero de Educación, y ex alcalde de Puerto Lumbresas, a cuentas de los pagos de l vivienda que adquirió en su pueblo.
Y pese a explicaciones más o menos creíbles, también queda quien no cree en la casualidad de que el empresario que contrató a la hija de Valcárcel, presidente del PP murciano, no conociera esa relación o parentesco.
Al hilo de lo que a él le afecta, el alcalde Cámara tampoco creerá en la casualidad para justificar la última arremetida de la jueza Alaya contra personas y cargos de la Junta de Andalucía, pese a que ella misma ha dicho que no es su intención influir en las elecciones andaluzas.
Él no creerá en ellas, pero es difícil imaginárselo diciendo que no cree en la casualidad de que ni Hernando (portavoz del PP), ni Esperanza Aguirre (no es necesario presentarla) se hayan quedado impasibles ante las acusaciones de su ex compañero Bárcenas, que al primero lo ha tachado de arrastrado, y a la segunda, de presunta delincuente.
Tampoco será casualidad, o eso creerá la gente, que los economistas colegiados de la Región de Murcia hayan llegado a la conclusión de que uno de los principales obstáculos para que esta tierra prospere es… la corrupción.
Lo de Lorca, cuyo ayuntamiento, según la prensa, va a aprobar en abril, mismísima antesala de las elecciones, la cesión de terrenos para que el Ministerio construya un Palacio de Justicia, tampoco será casualidad si se aplica la teoría de Cámara.
Y con ese mismo manual, acerca de lo que es y no es casualidad, teniendo en cuenta, como el alcalde PoPular de Murcia, que estamos ya en harinas electorales, habrá que pensar que tampoco es casualidad la aprobación, ya publicada en el BOE, de la ampliación, por otros seis meses, de la ayuda de 400 euros a los parados de larga duración.
Y la última, en su propio feudo. Porque tampoco es casualidad que los representantes del mismo Cámara hayan accedido a devolver a los funcionarios municipales (detrás irán los autonómicos, seguro) la media hora de reducción de horario laboral durante los tres meses de verano, en Semana Santa y Navidad. Era un derecho adquirido por los trabajadores, suprimido por el Gobierno Rajoy en 2012, y devuelto ahora, según un diario regional, en un guiño del Ayuntamiento a sus funcionarios.
Hay muchos más ejemplos que echarse a la cara. Baste con estos por aquello de que o nos calentamos todos o desenchufamos el brasero.